El almanaque del video
Xavi Sanchez Pons
Males Herbes
Existe toda una generación que veneró el videoclub por encima de los tradicionales lugares de culto. Esa generación, nacida a mediados de los setenta y criada en pleno boom de estos espacios casi ya extintos durante la década de los años ochenta, es en gran parte a quien va destinada este sobresaliente libro que, podría parecer un simple y melifluo ejercicio nostálgico, pero va más allá, se trata de una excavación arqueológica e investigación etnológica de los videoclubs, desde su origen hasta su defunción.
Para ello, Sánchez Pons se sirve de la historia oral de muchos protagonistas de la escena (dueños, clientes, dependiente, directores de cine, distribuidores, etc) y de una icónica colección de imágenes y carátulas de muchas pelis de culto que se alojaban en las míticas estanterías de los videoclubs ochenteros de barrio, para trazar un riguroso análisis de la historia de estas tiendas, sus problemas iniciales, las peculiaridades ibéricas, las amenazas, picaresca, videofagia y demás aspectos que encuentran en esta obra un notable compendio que ilustra un tiempo prácticamente irrepetible, con sus luces y sombras, pero que tras leerlo uno no puede más que transportarse a ese momento en que ibas el viernes al videoclub para ver que alquilabas el fin de semana, tus ojos se posaban en cientos de portadas (con la perpetua curiosidad sobre las que se alojaban tras la cortinilla), la decepción se hacía patente cuando veías todas las copias de las novedades alquiladas y veías que el “Batman” de Burton la aplazabas a la semana que viene, contentándote con alquilar “Howard el pato” y alguna de Jean Paul Belmondo haciendo de detective.
Redacción: Juan A. Ruiz-Valdepeñas