Reseña libro Cuando la vida te da un martillo
Kate Tempest
Sexto Piso
“Sin contrarios no hay progreso.”
William Blake
En esta novela se unen dos de mis dos últimas obsesiones: Londres y Kate Tempest. Desde hace meses siento una necesidad ansiosa de volver a pisar la capital donde surgió el capital. Tras una primera y única visita orientada hacia los lugares más turísticos de la urbe, desde hace un tiempo vengo topándome con libros, películas o series (recomiendo desde aquí TopBoy) relacionadas con la misma. Si a eso le sumamos que el último disco de Kate Tempest “Let Eat Them Chaos” repiqueteó sobre mi cabeza durante varios meses, logramos la ecuación perfecta para degustar esta obra.
Tempest, que dedica el libro a ese Londres fuera de las postales, traza con una habilidad prodigiosa la semblanza de un grupo de jóvenes y todo su núcleo familiar, consiguiendo un retrato soberbio de la historia de Inglaterra y quizás, de gran parte del mundo del siglo XX. En torno a esta colección de personajes, la autora retrata una historia coral y vanguardia de una generación que anda en la búsqueda de sí mismos en un entorno tan hostil como familiar. Se sirve de los personajes protagónicos de Pete, Becky, Harry, Leon y de un coro de secundarios apasionante (David, Dale, Miriam, Graham, Ron, Rags, Pico, etc…) para trazar un cuadro deslumbrante del ritmo de la urbe londinense bajo el yugo de los tiempos convulsos que vivimos y las consecuencias sociales, políticas, económicas e incluso sentimentales derivada de ellas. Todo esto, lo ensambla en un relato coral que termina en un cruce de caminos con tintes de novela negra urbana.
Una narración ágil, perfectamente delineada, descarnada, atrevida y consecuente con todo aquello que rodea a una de las autoras multidisciplinares más relevantes de la actualidad, de quien hace en este libro una crónica despiadada de expectativas frustradas, bloqueadas y en ocasiones inalcanzables, porque, tal como dice Yates: “Mucho tiempo sacrificándose puede hacer piedra el corazón”.
Redacción: Juan A. Ruiz-Valdepeñas