Desde los orígenes de la humanidad, la música ha formado parte de nuestras vidas. La hemos buscado y la hemos hallado desde el sonido de la lluvia hasta la marcha de una legión. Convertimos temas en la banda sonora de nuestros mejores o peores recuerdos y, en definitiva, nos sentimos un poco incompletos cuando no hay música ambiente, sea en espacios públicos, en el mundo cinematográfico y sí, en los juegos.
Son muchas las personas que tienen sus smartphones en silencio. No obstante, son más las que le dan mucha importancia al sonido e incluso utilizan auriculares de alta gama. Los gamers prestan especial atención al sonido como vehículo para tener una experiencia mucho más emocional y darlo todo. Es por tanto muy valorado por los desarrolladores de videojuegos contar con una buena banda sonora para cada capítulo de cada juego, para ofrecer una inmersión integral en la historia, sea esta del género que sea.
No sólo en videojuegos se cuida la música de ambiente; las salas de juego presenciales ponen mucho énfasis en su hilo musical, que varía en función de la hora del día para invitar a los jugadores a un estado de ánimo concreto, y sobre todo, eligen un género u otro en función del tipo de juego. Por norma general, sin embargo, la mayoría de juegos disponibles en un casino o sala irán acompañados de música rockera, sobre todo de los años 70 hasta los años 90. Es música muy enérgica y motivadora que ayuda a estar de buen humor y conduce al optimismo. De hecho no son pocas las bandas de rock que han dedicado algunos temas al mundo del juego, se trate del blackjack, del juego de la ruleta o del mismísimo poker. Algunos ejemplos los encontramos en Deuces Are Wild, famoso tema de Aerosmith, Casino Boogie, tema experimental de Rolling Stones creado puramente al azar, seleccionando frases y palabras esparcidas en una mesa de estudio, sin otro criterio que la aleatoriedad, o Ace of Spades, de Motorhead. Elvis Presley o Frank Sinatra ya escribieron temas relacionados con ruletas, dados, ases y suerte en los años 50 y 60.
La pura verdad es que no habrían sabido describir tan detalladamente las sensaciones de no haber sido amantes de este tipo de juegos. Contar una experiencia personal siempre funciona, y la música ha sido siempre utilizada como herramienta para ayudarnos a sentirnos identificados con diferentes vivencias y estados de ánimo. De cualquier modo, el pop más alegre también ha sido seleccionado como banda sonora o música ambiental para locales de juego, desde el inmortal Michael Jackson hasta la actual Katy Perry, quien también retrató su experiencia en Waking Up In Vegas. Temas pegadizos y fáciles que incluso pueden sonar en segundo plano y generar bienestar.
Caso aparte serían las salas online de juegos, donde la música suele ser algo más neutra, pues la experiencia es radicalmente distinta. A la ruleta o el blackjack juegan personas de todo tipo a cualquier hora del día. En muchos casos se elige música instrumental, la mayor parte de las veces compuesta especialmente para la sala y el juego en concreto, de manera que sirva de identificación y de elemento diferencial frente a otras salas de la competencia. Aquí nuevos músicos y compositores indies tienen una oportunidad profesional, ya que la composición musical para juegos es muy demandada en el momento presente. En cuanto a las tragaperras, muchas máquinas virtuales son tematizadas de leyendas del rock como Jimi Hendrix o Iron Maiden o de películas o series, por lo que sí contarían con temas conocidos como música de acompañamiento. En locales de juego presencial presentan un verdadero desafío porque hacen sonidos muy estridentes cuando entregan premios, por lo que la música en estas secciones va dirigida a contrarrestar dicha estridencia y controlar la euforia para que no se convierta en algo molesto.
Los videojuegos tienen mención aparte en el mundo de la música. Algunos como las diferentes entregas de la saga de Mario cuentan con su propia banda sonora, inconfundible 35 años después de su primera aparición. Son temas que empezaron siendo midi, con un reconocible sabor a 16 bits, y que poco a poco han ido evolucionando. No podemos olvidarnos del Tetris original, que acercó la música clásica a los profanos con sus versiones electrónicas. En los juegos de rol, las músicas instrumentales, lentas y con tintes épicos son las favoritas de ayer y hoy. Normalmente también son compuestas especialmente para cada juego. En cambio, los videojuegos de conducción, sobre todo urbana, y algunos deportivos, están fuertemente ligados a los géneros más rockeros. De hecho, para muchos grupos es un honor formar parte de la selección de temas de la banda sonora de un videojuego. Los juegos relacionados con el misterio y los detectives prefieren música jazz, trasladándonos a la experiencia, en muchos casos, de ver una película de cine negro. Por último, algunos juegos tipo puzzle cuentan con melodías relajantes, que invitan a pasar largos ratos jugando para evadirse del estrés del día a día. En muchos casos incluyen sonidos de la naturaleza.