Lento y Salvaje
Ricardo Lezón
Plaza & Janés
“EL resto del día transcurrió terco e insulso, sin poesía a la que agarrarse. Anocheció pronto, el invierno vigilaba y solo las luces del puerto permitían distinguir la mar del cielo. Negros los dos, mirándose en silencio. Todo en silencio. Como un latido ausente”. Este extracto del poemario de Lezón publicado en el año 2017 permite arrancar como faro orientativo esta autobiografía (desordenada, impulsiva, pura) de Ricardo Lezón, líder de la icónica banda McEnroe que con siete discos publicados lleva percutiendo de forma incesante vigorosa y emotiva desde hace más de veinte años sobre los oídos y almas de una audiencia tan incondicional como asombrada de no tener ante sí un grupo de proporciones más gigantescas en su fama.
Un público que, en ocasiones prefiere guardar este joya de culto como refugio donde parar en momentos muy determinados de la vida de cada uno porque, quizás en estos discos de Lezón y compañía, e incluso en otros proyectos paralelos (Viento Smith, con The New Raemon) siempre hallaremos versos reconfortantes cargados de lacerante sensibilidad que nos acuna en un pasaje de eufórica melancolía.
Estos versos transformados en canciones forman parte ineludible de este texto extraído de los recovecos emocionales y vivenciales de un Lezón que poco se deja en el tintero y, que más allá de narrarlo de forma cruda y descarnada, los arropa de una halo poético que enjuaga la introducción de lo narrado en el lector.
Porque su autor, no ahora detalle a la hora de explicar el cómo, el por qué y el para qué de lo que ha hecho en su vida y, sobre todo, de todo aquello relacionado con lo que le ha permitido vivir mientras veía que la precariedad laboral le sacudía, las rupturas se acumulaban, los hijos alumbraban su existencia y la logística se complejizaba según avanzaban los años pero, lo que permanecía es esa pulsión desatada en la adolescencia y que se convirtió en un modo de vida (aunque con ello no viva): La música.
Ella tan esquiva, complaciente, ilusionante, decepcionante y fascinante. Una forma de vida, donde amigos van y vienen, parejas por las que se atraviesan océanos de tiempo y de sustancia, la ansiedad siempre está presente y el aislamiento que provoca el silencio en un lugar recóndito de Soria logra equilibrar por un instante la balanza emocional de un autor tan necesario como indómito.
Un relato tan puro que en ocasiones asusta. Un libro que se vive, se respira y se escucha con armonías vaporosas de guitarras lejanas que envuelven en una lectura extenuante y apasionante en lo emocional.
Redacción: Juan A. Ruiz-Valdepeñas