McEnroe vuelven con su nuevo álbum de estudio, «La Distancia»
La banda de Getxto, tras cuatro años de silencio como grupo, nos vuelve a deleitar con un trabajo de épica intimidad que nos traslada a paisajes vistos por todos pero que solo ellos logran verbalizar como nadie. En una mañana de perpetua lluvia, hablamos con Ricardo Lezón sobre el sexto disco de McEnroe, “La Distancia” (Subterfuge).
Hace un tiempo, cuando presentaste tu poemario, tuve la suerte de poder hablar contigo y cuando te pregunté por McEnroe no tenías muy claro hacia dónde ibais y, de repente, surge este nuevo disco. ¿Qué ha pasado en todo este tiempo?
McEnroe siempre ha tenido un funcionamiento muy peculiar como banda. Somos todos de Getxo, pero desde que empezamos, uno se fue a vivir a Madrid, otro por ahí y, aparte de la distancia física, se ha unido nuestra forma de ser, porque tampoco somos muy disciplinados, no hemos tenido un funcionamiento muy de banda convencional. Hemos hecho las cosas siempre cuando nos ha apetecido, cuando teníamos algo que hacer o que decir, cuando teníamos algún objetivo. Somos muy de impulsos y, cuando acabamos “Rugen las flores” y la consiguiente gira, hubo un parón, una especie de sentimiento de haber llegado a un lugar. No era agotamiento, pero sí de haber llegado a algún sitio, no sabíamos cuál, pero era un sentimiento como que lo siguiente que hiciéramos tenía que venir hacia nosotros y no al contrario.
Por eso, en estos cuatro años que han pasado de un disco a otro, hemos ensayado muy pocas veces y creo, que el año pasado tan solo dimos un concierto o como mucho dos… Y de repente este disco ha sido como un impulso y una alegría, ha sido un disco inesperado. La elaboración ha consistido en estas nueve canciones, no ha sido como otras ocasiones que teníamos catorce y teníamos que seleccionar. En esta ocasión han sido estas nueve canciones y punto.
Entonces, el disco os ha encontrado.
Sí, el disco nos ha encontrado. Pero es que yo creo que era la única manera de que volviésemos a hacer un disco. Somos malísimos planificando, siempre que hacemos planes los acabamos saboteando nosotros mismos y por eso esta ha sido la forma elegida para hacer este último disco, que no sabemos si igual es el último, pero tenemos el mismo sentimiento que al hacer el primero. Un sentimiento de impulso, de muchas ganas.
Y de este sentimiento de inicio, parece que también se traslada al sonido de este, con una instrumentación más acústico, con gran presencia del piano. Parece que, tras hacer rugir las flores, habéis segado el campo y os habéis decidido a caminar por esta nueva vereda.
Es que es eso exactamente. Yo creo que cuando acabo “Rugen las flores” hubo un sentimiento de que para volver a hacer un disco nos tenía que volver un impulso muy muy fuerte y también de que no íbamos a hacer lo mismo. Por eso, hay cambios que igual para nosotros son muy fuertes pero que igual fuera no son sentidos de la misma forma. Me hace gracia que cuando hemos sacado “Cerezas” que es una canción muy diferente a lo que hemos hecho hasta el momento, de repente oigas comentarios del tipo “es lo mismo” … Es en ese momento cuando dices, joder, yo que lo he sentido como un terremoto y que luego no se transmita.
Pero retomando lo del sentimiento primerizo, es algo que también debía de ser acompañado de hacer otro tipo de cosas, otros caminos, que no suponen una revolución, algo que también dice mucho de McEnroe, porque tenemos una personalidad clara, “sonamos a McEnroe” pero dentro de eso, este es un disco muy de primeras sensaciones, donde Gonzalo ha cogido las riendas del disco, que era algo que no había hecho nunca. Siempre había sido una parte importantísima, pero nunca había dado el paso delante de dirigirlo, algo que también le pedíamos nosotros.
Es un disco que parece creado en gran intimidad, muy cuidada, por eso me gustaría saber en cuanto tiempo se ha realizado la producción y grabación del disco.
Pues en muy poco. Igual es el disco que menos tiempo le hemos dedicado. Suena un poco mal esto al decirlo, no se trata de que haya tenido poca dedicación o cuidado, sino que nosotros siempre hemos sido mucho de aprovechar ese primer golpe, de no darle muchas vueltas, siempre que hemos dado vueltas, generalmente hemos llegado a un sitio peor del que hemos salido.
“La Distancia” suena más cuidado porque creo que ha sido clave el hecho de que Gonzalo haya cogido el timón. Antes íbamos todos como una carga de caballería y ahora Gonzalo nos ha ordenado y al que hemos seguido todos bajo una idea más concreta.
Hoy estamos haciendo la entrevista bajo un clima lluvioso, gris, con frío… Algo que mucha gente asocia con las canciones de McEnroe, por su aparente tristeza. ¿No te cansa este Sambenito?
Bueno, te voy a decir una cosa que puede sonar un poco fuerte, pero me da la impresión de que la gente que dice que la música de McEnroe es triste y todo eso es gente que no lo ha escuchado realmente. Pero bueno, es una percepción mía. No es que me canse el Sambenito, lo que si que he entendido con el tiempo es que yo no tengo ningún poder ni quiero tenerlo sobre lo que transmito a la gente que lo escucha. Me identifico más con la gente que no me habla de eso, que coincide más con nosotros, pero, qué le digo al que le transmite tristeza… Lo siento tío, jajaja… Igual es que estás triste tú.
Al final son historias de la vida.
Toda la música que he escuchado en mi vida han sido canciones de amor. Generalmente de amor tortuoso y no sé, nunca se me ha ocurrido decir que los Smiths son tristes, a mi no me transmitían eso. Al que le transmitan tristeza nuestros discos, bueno, solo puedo decir que no es desde donde están escritos nuestros discos, sino todo lo contrario.
Como receptor del disco me siento ante un disco que es una especie de nuevo paso vital.
Como te decía, es un disco que ha surgido de esa forma impulsiva, dado que no teníamos muy claro si íbamos a sacar otro disco. Ni siquiera hablábamos de ello. Tenemos una relación de amistad más allá de la banda, empezó con ella, pero se ha ido acrecentando más allá. Este disco es como que tenía que surgir, por eso es una especie de comienzo, porque las canciones nos piden otra cosa, no queremos hacer otra vez lo mismo, Gonzalo se puso al frente de la misma y por eso todo está envuelto en una especie de comienzo. A mi me ha influido mucho el tiempo que pasé en Soria, en muchas cosas, en mi vida personal y eso se ha trasladado a las letras.
Creo que es un álbum que líricamente es más abierto, es un disco de amor, porque casi todos los discos que he escuchado en mi vida tratan de amor. En fin, este es un disco que habla de amor, pero en un sentido más amplio, no es tanto sobre amor romántico o de pareja, sino de amor de padre a hijo, amor a tus amigos, a lo que haces, de amor a tu ciudad o a tus sensaciones. Es un disco más abierto a eso y creo que viene de este tiempo en el que he leído mucho, mucha poesía y lo que me ha venido del tiempo que he pasado en Soria, que me abrió mucho por dentro.
Ese aislamiento al que te refieres, ¿ha generado una nueva perspectiva sobre las canciones?
Al irme, lo que sentí al principio fue mucho respeto y luego me dio el miedo contrario al sentirme tan bien allí. Luego esos miedos se equilibraron, no fue un descubrimiento interior, pero si una expansión, de encajar en un sitio y ver como se encajan el resto de las cosas a tu alrededor. Alcancé el sosiego, que es una especie de ver cómo al encajar uno mismo, terminan por encajarse un montón de otras cosas que no habías logrado comprender o que las comprendías mal. Las colocas en su sitio y eso te dota de mucha tranquilidad.
Has comentado un concepto clave: Sosiego. ¿Cómo encaja éste en tiempos de gran ruido como los que vivimos?
El sosiego tiene que ver un poco al encontrar tu sitio. Un lugar desde donde puedo mirar todo, donde tengo una perspectiva parecida a cuando el péndulo se para. ¿Cómo llevo lo del ruido? Pues mal, estos tiempos no me gustan nada.
Una vez que se publica el disco, ahora llega el momento de girar, a vuestro estilo, en directo. ¿Cómo os lo planteáis?
Con todo este tiempo que ha pasado, McEnroe sabemos lo que somos. Somos un grupo pequeño, no damos grandes conciertos ni en grandes sitios ni vamos a festivales. Hemos entendido bien lo que somos y eso también lleva al tema del directo. Cuando hacemos este disco nos planteamos el cómo llevarlo al directo y en esta ocasión ya no nos agobia tanto, vamos por nuestro camino, tranquilamente. Hemos ensayado como hemos podido y ahora vamos a tocar como salga.
Juan A. Ruiz-Valdepeñas