Entrevista a El Mató a un Policía Motorizado
La banda argentina El Mató a un Policía Motorizado acaba de publicar su nuevo álbum de larga duración bajo el título “Súper Terror” hace tan solo un par de meses. Con el motivo de este lanzamiento hablamos con la banda de este nuevo trabajo y de otras muchas cosas.
- Aunque habéis estado ocupados con otros proyectos y os hemos podido ver por nuestro país, desde vuestros comienzos, este ha sido el periodo más largo sin publicar un disco completo con canciones nuevas. ¿Necesitabais tomaros una pausa compositiva para garantizar la frescura de las ideas?
Es verdad que pasó mucho tiempo. Y sí, nunca había pasado tanto tiempo entre álbumes. Seis años desde La Síntesis O’Connor hasta Super terror. Es verdad que en medio salió “La otra dimensión” que fueron fue un disco como del lado B de la síntesis, y después “Unas vacaciones raras”. Pero super terror es el verdadero sucesor de la síntesis O Connor. En 2020 iba a ser el año que íbamos a empezar a grabar este disco. Y arrancó la cuarentena, arrancó la pandemia. Y bueno, eso obviamente postergó todos los planes. En todo sentido, la gira, todo. Y en 2021, cuando se acomodaron un poco las cosas, cuando nos podíamos volver a juntar. Apareció el proyecto de Okupas que volvió a postergar el 2022. Fue el año que más tocamos en toda nuestra historia. Y en el medio de esa agenda tan apretada armamos el plan de grabación. Pero creo que la pandemia tuvo mucho que ver en esta, en esta postergación. Hay dos años ahí en el medio que podríamos no contar también.
- A lo largo de vuestra carrera, las letras han ido evolucionando desde temáticas de corte emocional e introspectivo, a otras con una cierta crítica a la sociedad moderna (“El magnetismo”, “Chica rutera” o “Violencia”). En este sentido, el título del álbum “Súper Terror” y canciones somo “Un segundo plan” o “Tantas cosas buenas” no parecen muy optimistas. ¿Cuál es el significado detrás del título “Super Terror” y cómo se relaciona con el contenido lírico y musical del álbum?
Cuando terminamos La síntesis O’konnor, me acuerdo que al escuchar el corte final sentí una especie de vértigo frente a tanta exposición de cosas tan íntimas. Más allá de que todas las canciones están atravesadas por algo personal, creo que en la síntesis eso quedó más marcado. Y me dije a mí mismo que el próximo disco tenía que hablar de cosas más para arriba. Evidentemente no cumplí con eso que me había propuesto. Pero mientras escribía este álbum pensaba ¿Por qué siento la obligación de buscar ese lugar tan arriba? Sobre todo también pensando en que en el mundo de la música actual, el centro de lo que ahora domina está todo el tiempo contándonos sobre fiestas a las que nadie está invitado. Sobre éxitos. Sobre ostentación y cosas extremadamente positivas en un mundo que pareciera ser que cada vez es peor, más desigual, más oscuro. Entonces, un poco el álbum habla de eso. No está atravesado por la melancolía, pero con cierta bronca, no? Por lo menos así era lo que sentía yo cuando escribía. Después para afuera cada uno interpretará como quiera . En lo musical, algunas canciones, muchas, tienen un pulso rítmico muy, muy para arriba, como decía antes. Pero en las letras hay una oscuridad. Entonces el contraste entre super y terror formaban esa ecuación y me gustaba como, como funcionaba y como describía el álbum.
- ¿Cuál ha sido el enfoque creativo al componer las canciones de Súper Terror y cómo refleja la situación tras la pandemia y los nuevos comienzos? ¿Os preocupa la dirección que está tomando este mundo pospandémico?
Sí. Este disco obviamente está atravesado por la pandemia, Por la postpandemia. Por este mundo que es una incertidumbre. Yo los días que me levanto negativo pienso que todo se va, que todo va entrando en una especie de callejón. Y a la vez veo pequeñas manifestaciones de las sociedades que hacen una especie de rebote a este mundo que pareciera que nos encierra, que nos aleja de la experiencia, que nos ofrece un confort que a la vez nos debilita. Pero me gusta pensar que una nueva generación, que hay pequeñas manifestaciones que se van contraponiendo a eso que algo natural dentro nuestro que nos pide salir al mundo a buscar la verdad que está allá afuera.
- Habéis repetido estudios (Sonic Ranch, EEUU) y productor, Eduardo Bergallo ¿Cómo es trabajar con él y cómo creéis que ha contribuido a la calidad sonora del álbum? ¿Qué tienen esos estudios que no encontráis en otras partes del mundo?
No algo muy particular y que fue idea de Eduardo cuando fuimos a grabar la primera vez la síntesis O’Connor. Fue esa característica que tiene el estudio que está en medio de la nada, en medio del desierto. No hay distracciones. Uno está concentrado 100% en el álbum, vive ahí, en el estudio, duerme ahí, come ahí. El estudio está disponible para los músicos las 24 horas y eso es impagable. ¿No? Con una calidad técnica y a nivel instrumentación, backline de primer nivel y con un precio dentro de todo accesible en comparación a otros estudios de otras ciudades de Estados Unidos. Pero la particularidad es esa, la mejor, la de estar sumergidos en un pequeño ecosistema donde solo en tu cabeza está la música y solo lo único que tienes alrededor es eso, estudios e instrumentos. Esa es la mejor cualidad. Y la parte técnica. Es obvio que el estudio está al nivel de los mejores del mundo.
- Desde el punto de vista de sonido, el disco arranca con una cierta mirada al pasado e influencias casi de la música disco de los 70, pero habéis incorporado sonidos electrónicos más evidentes que en trabajos anteriores, sobre todo en la parte final. ¿Os habías planteado cómo querías sonar? ¿Forma parte de una exploración en la que profundizar a futuro?
Sí. Estas baterías que suenan electrónicas, la mayoría son baterías tocadas realmente, armadas de tal manera que suenan como una programación. Eso nos gustaba, esa mezcla porque tienen, como, la potencia del toque de Willie, nuestro batería, pero con esa producción que la lleva a un lugar más de máquina. Y la primera idea de ir por ese camino fue con “Tantas cosas buenas” que nació dentro del proyecto de Okupas. Yo estaba componiendo para Okupas, para una escena donde suena la radio de la madrugada. Los personajes están escapando, y quería que suene a música de radio nocturna de Buenos Aires, que tiene mucho del sonido retro de otras épocas. Y busqué ese sonido. Obviamente después esa canción no quedó en Okupas, en el corte final. A mí me gustaba el proyecto y lo llevé a la banda, se lo mostré al chico, le gustó y obviamente después a partir de ese disparador, fue tomando otra forma y se le fue agregando esa impronta que tiene la banda. Entonces quedó como una mezcla virtuosa y eso nos envalentonó para para que, para desarrollar esa misma idea en otras canciones, ya en las otras, como un segundo plano, voy a disparar al aire o el número mágico. O sea, el pulso tiene una cosa más de post-punk, digamos. Pero bueno, con esa referencia a ese sonido alternativo de los 80 entre las máquinas y la suciedad y la oscuridad. Llevado al presente, obviamente, y llevado un poco al universo de Mateo.
- ¿Qué otros grupos escucháis actualmente? ¿Hay alguna banda actual que os influya?
Bueno, muchas cosas. Muchas cosas. Pero últimamente. Me hice muy fan de manera muy tardía, de Gorillaz. creo que eso influyó en ciertas cosas, no sé si directamente. Pero también estuvimos mucho, mucho revisitando cosas viejas.
- Es habitual veros cruzar el charco para girar por aquí y por otros países europeos ¿Cómo influye esta experiencia en vuestra música y cómo creéis que ha contribuido a vuestro crecimiento como banda?
La verdad es que mucho porque. Puede ser que ahora haya cambiado un poco. Pero sobre todo en esos primeros años que fuimos a Europa, vivir las experiencias de los festivales donde había un montón de bandas que no llegaban a Argentina, no vivir, no sé el ambiente del Festival Primavera Sound con esa curaduría y con esa mezcla entre lo clásico, lo nuevo, lo que todavía no se descubrió todo junto en un lugar. Era muy importante. Había una potencia ahí y la sigue viendo cada vez que vamos. La verdad es que disfrutamos mucho el intercambio también con la experiencia de los músicos de todas partes. La verdad es que sí. Yo creo que en nosotros influyó mucho, muy directo.
- Super Terror marca una nueva etapa en la vida de la banda ¿Qué esperáis lograr con este álbum? ¿Qué otros proyectos tenéis en marcha o planificados?
La verdad es que queríamos buscar llegar con el sonido de la banda a un lugar nuevo y creo que lo logramos y estamos contentos. Fue una apuesta. Salió bien. No fue muy planeado. Si teníamos algunas premisas de las cuales apoyarnos, pero este año, el año que logramos, el 2022 fue muy intenso y también obligó a que el plan sea terminar de definir un poco las cosas en el estudio y dentro de ese vértigo de la grabación final y el contrarreloj, y que está bueno, que es un ejercicio válido, porque ahí, en ese momento especial de último momento, se te abren una compuerta en el cerebro y aparecen ideas que estaban ahí que quizás no aparecen, no podrían no aparecer de otra manera. Entonces, la verdad fue una experiencia que estuvo muy buena, la disfrutamos mucho y estamos contentos con lo que se logró en el medio de esa grabación de super terror. Hubo, como armamos proyectos como para 20 canciones, 18 canciones, 19, una cosa así y de momento tuvimos que partir el disco en dos. Y si vamos para este lado vamos a elegir esta porque no tenemos tiempo para todo. Entonces está este segundo disco que me gustaría desarrollar dentro de poco tiempo. Esperemos que no pase tantos años como con la síntesis. Creo que no va a ser así y me entusiasma encarar esas canciones que dejamos por la mitad. Que elegimos dejar por la mitad, porque tienen otra atmósfera, tienen otro camino, tienen otra, otro sonido que también me gustaría desarrollar y mostrar prontamente.
Redacción: Yago Hernández