Crónica Low Festival 2018 – Domingo
Benidorm
29.07.2018
«Elegancia es la ciencia de no hacer nada igual que los demás, pareciendo que se hace todo de la misma manera que ellos».
Balzac
La última jornada de esta décima edición del LOW Festival se puede resumir en los siguiente: Editors. Ni más ni menos. Los ingleses alcanzaron grandes cotas de memorabilidad merced a un concierto sumamente elegante, enérgico, contundente, épico y emocionante. Una obra maestra en apenas ochenta minutos. Si bien, Editors ya hicieron que mereciera la pena el domingo, hay que destacar que este cálido cierre también ofreció actuaciones espectaculares como la de los norteamericanos Woods. A pesar de estar ligeramente lastrados por un retraso que les hizo acortar su setlist y un calor agobiante, la banda perpetró un concierto brillante, sólido, estilizado y altamente emocionante. Una delicia pop/folk/ psicodelia que hubiera merecido una hora más crepuscular para mayor goce. Solapados a estos, turno del experimento Santiago Auserón-Sexy Sadie y su repertorio mixto de éxitos que en ocasiones no acaba de despegar todo lo que se le presupone de principio.
Otra de las actuaciones del día y, quizás del Festival, la ofrecieron los murcianos Perro quienes reventaron el Escenario Matusalem con su universo propio ahora realzado con delirantes proyecciones. Tras éstos, Izal quienes van acoplando su repertorio nuevo a cada actuación, demostrando solvencia y buen hacer a partes iguales. La senda de actuaciones nacionales prosiguió con la apuesta sobre seguro que resulta Niños Mutantes que lidiaron con la expectación creada ante la que he comentado antes como actuación del festival: Editors.
Traspasado el umbral de la medianoche, los escenarios fueron asaltados por La M.O.D.A., la divertida y sugerente propuesta de Kakkmaddafakka y para mi una de las revelaciones del Festival: Las Chillers. Se podrá criticar su propuesta, pero van de frente y dan al público un fin de fiesta afinado y acertado, al igual que la veterana pero implacable banda que es Vive La Feté.
Y hasta aquí una edición más del festival alicantino, lugar hipnótico por sus contrastes, festival lúdico por excelencia, en un año donde ha habido grandes conciertos y ambiente extraordinario que me hizo recordar la sintonía de la mítica serie Cheers en la que en una estrofa venía a decir, “un lugar donde todo el mundo conoce tu nombre”. Esa familiaridad tabernaria es un poco el sentimiento que extraes en el LOW Festival.
Redacción: Juan A. Ruiz-Valdepeñas